Espacio de reflexión personal dedicado a la investigación e innovación aplicada cuando se vinculan a la ciencia proyectual, y se aplican al desarrollo de las personas, la gestión estratégica y la sociedad.
No existe realmente una Teoría de Proyectos, sino más bien una serie de investigadores que procurando organizar el amplio abanico de instrumentos existentes en lo que cubre el campo o proyectos (el design engineering) han terminando por definir un espacio teóricoque a continuación se intenta macroorganizar aglutinando sus diferencias conceptuales o epistemológicas.
Gómez-Senent et. al (1996a) han planteado que el conocimiento sobre proyectos se puede organizar en tres niveles, las cuales son (de menor a mayor abstracción, y de mayor a menor volumen de aportaciones conceptuales, ver siguiente figura):
§ Herramientas. Aquí se distinguen algunos software como MS Project, técnicas de diseño como QFD o de diagramación como los flujogramas, herramientas de evaluación económica, entre otras.
§ Metodologías. Se consideran en este nivel los diversos planteamientos metodológicos o métodos que aparecen en textos de Project Management y Dirección de Proyectos (Kerzner, 2000; PMI, 2000), o textos más específicos según áreas temáticas, por ejemplo, proyectos de arquitectura (Piquer, 1983).
§ Teorías. Nivel más abstracto y conceptual que intenta dar un marco a las herramientas y metodologías y una base teórica.
De estos niveles interesan en esta tesis el nivel de teorías. Una Teoría de Proyectos es un núcleo de bases teóricas y conceptuales, con las cuales se sostiene un punto de vista particular respecto de lo que es un proyecto. El fin de una Teoría de Proyectos es fortalecer y mejorar el aspecto práctico (Gómez-Senent et al., 1996a, 1996b).
En el nivel de las teorías, según Santamaría et al. (1996), se manifiestan dos líneas de trabajo:
§ Una línea que busca ofrecer una perspectiva formal que organice el amplio campo de Proyectos desde una visión concreta de management. Ejemplos de estos esfuerzos pueden ser Aguinaga (1995), Cos (1997), o Hubka y Eder (1988).
§ Una línea que busca ofrecer un soporte empírico y conceptual de mayor rigor y precisión que permita organizar el cuerpo de doctrina de proyectos el cual, por ser generalista y pluridisciplinario, requiere trabajar con conceptos abstractos usados en ámbitos aplicados específicos. Esfuerzos por conseguir este soporte pueden hallarse en, por ejemplo, Asimow (1968), Blasco (2000, 2001), Dahlbom y Mathiassen (1995), Gómez-Senent (1998), o Simon (1978).
No obstante, se considera que existe una línea de pensamiento sistémico transversal, la cual permite comprender mejor las diversas relaciones entre los elementos de un proyecto.