Espacio de reflexión personal dedicado a la investigación e innovación aplicada cuando se vinculan a la ciencia proyectual, y se aplican al desarrollo de las personas, la gestión estratégica y la sociedad.
Una de las palabras más comunes hoy en día en el mundo del gobierno electrónico es: interoperar. En este post se presentan varias congruencias e incongruencias sobre su uso que muchas veces va más allá del hecho técnico y por lo mismo debe preocupar más por ser un hecho socio-cognitivo. Pero más allá de que la expresión, palabra o noción, es interesante, es porque en Ecuador desde Mayo del 2014 se le declara como estrategia principal y esencial de gobierno electrónico (ver Plan Nacional de Gobierno Electrónico 2014-2017 de Ecuador, http://www.gobiernoelectronico.gob.ec/descargas) y es el motivo por el cual requiere análisis más prolijo y detallado. No pretendo hacer un resumen de temas muy vistos, ni una escolástica del tema, sino más bien invitar a ver un poco más allá de la muchas veces pobre visión computacional con que se le trabaja. Este post, acoto, eso sí se mira desde la óptica de gobierno electrónico institucional, tecnológico y de gobernanza usado en Ecuador y, por lo mismo, poco frecuente.
Integrar versus interoperar
Muchas veces se usan indistintamente.
Interoperar: del dato como recurso compartido, al dato como recurso no tan compartido
Interoperar es frecuente en gobierno electrónico porque se trata de compartir algo que no es compartido: el dato. Desde los orígenes maduros de la informática y la computación, allá por los 60s del Siglo XX, cuando los sistemas administradores de bases de datos cobran fuerza, y los modelos conceptuales de datos surgen como elemento organizador importante de la información y por tanto de los datos, se sabe que el dato es un recurso compartido. De ahí que viene la idea de tener modelos de datos compartidos y bases de datos unificadas. Por supuesto esto es ideal, y las cosas no han salido así. El mundo privado a esas alturas ya había sufrido la producción de sistemas informáticos «isla», o sea, que no compartían nada, ni estándares ni datos, se repetían soluciones y datos, se usaban tecnologías distintas, y, además, las unidades funcionales de las empresas no compartían datos por el simple hecho de que «los datos son míos». El mundo público sufrió el mismo proceso. Algunos dicen que fue al revés, pero el hecho histórico y económico, es que el dato no era un recurso compartido … hasta el día de hoy. Lo que se perdió fue la gran economía de escala que implica compartir datos. Miles de aplicaciones se desarrollaban manteniendo sistemas informáticos que usaban datos muchas veces repetidos en una misma organización, con los gastos de almacenamiento y procesamiento que ello genera.
Pero ¿qué ocurre cuando realmente compartimos datos? La integración y la interoperación es más sencilla, expedita y barata. El dato es algo conocido, homogéneo y homologado. Al interoperar, por tanto, los datos no son de nadie, o más bien, según cómo se mire, son del cliente o del ciudadano, o más en general, son de las personas y no de las organizaciones, y por lo mismo, si somos custodios de ellos por potestad de un acuerdo, contrato, o convenio, debemos usarlos para facilitar la vida a quien nos cedió su uso, almacenamiento, procesamiento y distribución. Es un contrato social, en su sentido clásico, pero con el parámetro de que no podemos obtener ganancias de algo que no es propio. Tampoco nos compliquemos con filosofía política, sino que quiero decir que al interoperar se tiene la posibilidad de hacer algo mejor que antes.
Dicen que cuando una organización parte del principio que el dato es un recurso compartido, la interoperación casi no tiene sentido, pero cuidado, no confundir el hecho técnico del hecho socio-cognitivo. Me explico. Técnicamente es aceptar que tenemos sistemas «isla», pero no queremos seguirlos produciendo y por ende si un sistema ya tiene algo que otro sistema precisa, sería absurdo, no «pedírselo» prestado para usarlo, pero sin sacar copias de esos datos. Cuando sacamos copias, caemos en la mentalidad errada de replicar todo. En el mundo de lo público a nivel presencial, es pedirle al ciudadano que saque fotocopias de documentos para un trámite, en el mundo de lo público a nivel digital, es crear copias digitales de los datos. Acoto que no discutiré de las bondades de replicar y duplicar datos en sentido de seguridad, sino que me centraré en el acto de concebir un sistema con un diseño centrado en las personas y no en las fortalezas de un sistema del tipo que sea. Así vemos que por un lado el hecho técnico nos permite acceder con facilidad a un dato que ya existe y no molestamos a nadie con «sacar copias», y por otro lado tenemos hecho socio-cognitivo de pensar que si hay un dato por algún lado que nos sirve, no seamos ilusos con no pedirlo y usémoslo de una vez. Acá lo más difícil es tener la capacidad de pensar en usar cosas existentes y la capacidad de pensar que el dato lo puedo y DEBO facilitar.
Con relación a lo último, es importante aclarar que el único dato a no interoperar es aquél que una persona no facilita como son los datos personales o íntimos, o que simplemente decide que no sean compartidos, ni siquiera almacenados por terceros, como el propio gobierno. Un ejemplo clásico es cuando cedemos datos a un banco o a un gobierno. Casos emblemáticos a nivel de gobierno electrónico, en general, es cuando el gobierno es custodio de datos o, en particular, cuando la persona decide qué datos decide que un estado conozca (caso de Estonia).
Interoperar: layers de interoperación
La interoperabilidad hoy en día no es un hecho técnico. La interoperabilidad hoy en día es un sistema de mecanismos y dispositivos técnicos y no técnicos. La suma organizada y planificada de ellos ha dado lugar a los llamados framework. Framework o marco de trabajo suele ser el término con que el «mundillo» de la informática intenta dar una forma organizada a la suma de varios términos que surgen desde el mundo de la informática o de la computación.
De lo leído antes y por supuesto de la abultada literatura, ya es claro que existe una interoperabilidad técnica, pero hay otras más. Quiero recalcar la cuestión de que por suerte la interoperabilidad es un tema del cual se escribe mucho, pero hay poco variedad intratemática. Esto se debe a que no hay un corpus teórico al respecto, sino más bien casos donde basta con una pequeña diferencia entre un caso y otro para que se escriba del tema. Por eso hay mucho texto, pero poca disciplina (sabiendo que los teóricos pueden criticar esto, pero es una cuestión de análisis bibliográfico).
Si los sistemas organizacionales y sistemas socio-técnicos naciesen con una visión organizada y planificada, todos los recursos nacerían compartidos, y además homogeneizados y homologados. O sea, nacerían con una estructura descriptiva común y compartida. Pero no es así. Y luego de años de que nada sea compartido y común, aunque lo sean, genera un ecosistema desordenado.
Así la interoperabilidad es simplemente responder a la idea de «organicemos» un poco las cosas, pero aprovechemos de ganar valor añadido, y explotemos una interoperabilidad abierta pensando y actuando de forma colaborativa. Y pensando así tenemos un ecosistema de interoperabilidades, cuya modelo de relación y organización da lugar a un framework y cuya proyección en el tiempo da lugar a un plan de interoperabilidad.
Esta categorización deviene de cómo la interoperabilidad se ha ido estudiando y viviendo. Obviamente como muchas cosas, parte de las reflexiones que surgen de “ver las cosas” y claramente vemos los hechos técnicos, para luego ir reflexionando y descubriendo que hay otros niveles de análisis. Esto ha hecho tardió darse cuenta de que lo primero es ir a la persona.
Otro tipo de categorización, según se desprende del último párrafo, proviene de una visión más sistémica. A diferencia de la categoría previa donde la interoperabilidad va resolviendo «cuestiones» que se van descubriendo, esta categoría apunta a lo que debería abordarse desde un inicio, siendo más bien un eje de actuación, una forma de ver la interoperabilidad que una forma de proceder ante la eliminación de la no-interoperabilidad. Por eso se puede decir que es un REALM (un territorio, un campo de conocimiento, ver http://www.thefreedictionary.com/realm ) que pronunció desde una perspectiva epistemológica. Así hablamos cinco interoperabilidades.
Más allá de categorías, estas categorías buscan distinguir tipos de interoperatividad, y organizarlos, primero relacionándolos en un framework y luego estableciendo un plan de trabajo para conseguir los tipos de interoperatividad que interesan.
Interoperar: sustantivo, verbo y adjetivo
Este punto parece poco sustancioso para una discusión que parece técnica y de análisis organizacional. Pero no lo es si define una forma de hablar del tema. La dejé al final porque de lo anterior se infiere su múltiple uso.
En síntesis: un ecosistema sostenible
No quiero concluir, sino dar espacio a más ideas. Por ahora puedo decir algunas cosas.
Interoperatividad es un proceso de construcción basado en compartir y colaborar. Su uso está masificado y se confunde con muchas cosas, como integrar o conexión punto-a-punto.
Interoperatividad técnica no necesariamente es el fin último ni el medio para conseguir interoperar. Parece ser que la interoperabilidad más cercana a la persona es la que más debe preocupar. La dimensión o categoría técnica puede conseguirse, pero puede dar lugar a absurdos institucionales donde, por ejemplo, se construyen buses pero se usen para fines privativos de los datos, para institucionalizar la propiedad del dato que pasa del almacenamiento como forma de poder, a una forma de poder basado en la potestad de transmitir los datos.
El mayor de problema de la interoperabilidad, interoperar y ser interoperable es la sostenibilidad que requiere esfuerzos técnicos, económicos y organizacionales continuos ya que basta con que alguien “decida” no interoperar para volver atrás. Y por eso es importante:
—— Post relacionados
– La #interoperabilidad y porque el #gobierno y el servidor público deben interoperar – http://www.christianestay.com/2014/09/la-interoperabilidad-y-porque-el.html – Septiembre 27, 2014 -.
– El REALM de Action Research – https://cestay.wordpress.com/2011/03/24/investigacion-accion-en-sistemas-de-informacion-c-el-r-e-a-l-m-de-action-research-13-enfrentando-la-vastedad-de-conocimiento-de-un-metodo-de-investigacion-cualitativo/ – Marzo 24, 2011 -.